sábado, 6 de marzo de 2010

Contradiciéndome


Soy el río que nunca desembocó, la gota que nunca cayó, soy el estribillo que nunca se tarareó, soy la deuda que nunca se saldó y la eterna cuenta pendiente. Soy el premio rechazado, nunca recogido y olvidado en una de esas galas elegantes. Soy el objetivo incompleto. La vida decepcionantemente no soñada. Soy la rutina improvisada, la espontaneidad planificada y la ira pacífica. El acorde desafinado de una melodía sin armonía. Soy una vivienda de alquiler, un contrato de interinidad, un pensamiento prestado y unos sentimientos caducos. Simplemente soy.

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