jueves, 6 de mayo de 2010
SUPERVIVIENTES
Los días pasan sin pedir permiso alguno. Poco queda para que el sol y la luna tengan la osadía de aparecer a su antojo, sin atender a razón o lógica conocida, más allá de localización hemisférica o huso horario. Todo escapa a cualquier poder y sigue un orden caótico e impredecible. No hay control ante el viento, la radiación solar, la lluvia, los tornados, los seísmos, las erupciones volcánicas… parece como si la naturaleza estuviera liderando una rebelión nunca anunciada. .. ¿o esta será su campaña publicitaria?... ¿Habrá tras esto una voluntad natural?
Paralelamente, el mundo “civilizado” continua a su ritmo, disparatado y superficial, donde la caja tonta, amenazada por las influyentes redes de internet, maneja los hilos de marionetas anónimas y traza guiones absurdos de programas de televisión en un ridículo duelo de titanes intracanales. Famosos venidos a menos, conocidos oportunistas, anónimos con aspiraciones gloriosas y profesionales disfrazados de payasos hacen malabarismos en un circo cuyo mayor mérito es conseguir audiencia.
Y es aquí donde realidad y ficción son empujadas a enfrentarse, donde ese circo decide salir del plató habitual y enmarcarse en un terreno que no puede controlar, retando a una descontrolada naturaleza que está tomando aliento para gritar. Un reality show que juega a ser un laboratorio experimental, donde unos ilusos y avariciosos concursantes actúan de conejillos de indias a manos de una selva, una isla o un entorno salvaje totalmente ajeno y desconocido.
¿Por qué? ¿No ha demostrado ya la naturaleza su fuerza? ¿No hay suficientes anónimos vencidos? ¿No hay catástrofes de sobra? ¿Para qué vivir en primera persona un ataque de barracuda, hambre, penurias, picaduras masivas de mosquitos, quemaduras solares,… más allá de la rutina del que pretende padecer?¿Por qué no escuchar y ayudar a aquellos que la padecen en su día a día, sin medios ni recursos, sin agua potable, sin un trozo de pan, sin asistencia sanitaria,… por el simple hecho de que cansa ver las necesidades de los mismos, en contextos menos tropicales, sin parajes hermosos, sin aventuras gloriosas y sin caras conocidas? ¿Quiénes somos para retar a la naturaleza que sacó sus dientes si no podemos siquiera mirar a los caídos? ¿Quiénes son y serán los verdaderos SUPERVIVIENTES en este mundo de injusticias? ¿Por qué sobrevivir cobardemente a lo que otros muchos viven con valentía, desamparo y resignación?
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