Hoy empiezo mis vacaciones de semana santa, como buena profe que se precie y tras un intensísimo mes de marzo.
Hoy se inicia mi calvario por esquivar procesiones y penitentes provistos de capirotes letales.
Hoy he decidido trazar un plan para olvidar el cambio de planes de los últimos dias pero las previsiones marcan una gymkana de actividades varias.
Asi que, en un alarde de actividad y para ir sorteando mis obligaciones conmigo misma, me he levantado esta mañana con la firme decisión de limpiar mi zulito. Supone una hora a lo mucho esta ardua tarea, pero las cosas se han torcido: palo de la escoba roto, asa del cubo descolgada y, lo peor, cisterna jodida perdiendo agua. Sin duchar, con camiseta y pantalon y con el pelo enmarañao (gracias que pude hacerme con las lentillas), he salido a la calle, en un sábado de Semana santa post viernes de dolores, lo que conlleva gente repeinada, oliendo a perfume, ropa limpia... y yo de contraste. He ido a las ferreterias oportunas para buscar una junta de goma para la cisterna (que considero que es el origen de mi problema, por mis observaciones y las guias del marido de mi amiga con un nutrido sentimiento chapucero a pesar de sus multiples fracasos). Si ya me siento inútil en estas cosas, los dependientes de las ferreterias correspondientes, han sembrado aún más la espinita de mi trauma: modelo? tipo de cisterna? hay 7 posibilidades diferentes!! cuántos años de antigüedad tiene la cisterna? qué marca es? mientras yo describía cómo creia que debía ser una junta: de goma, plana y con forma de anillo. Pero no, todo es más complicao que una simple descripción llena de lógica y sentido común, Total, que me hizo llevarme 2 y que dios nos pille confesados (y más en esta semana).
Luego em dirigí a la tienda del chino de al lao a por una escoba y un cubo, y me han provisto de un colorido digno de mi zulo: cubo naranja, con su parte para exprimir la fregona verde limón y una escoba fluorescente que no tiene desperdicio.
Y aquí estoy, esperando que se seque mi wc, acojonada por la cisterna, cerrando llave de paso para no desperdiciar agua y con mil cosas que hacer... porque de mi estrés no me escapo ni de casualidad.
Un saludo y buen fin de semana
Paula
sábado, 27 de marzo de 2010
sábado, 6 de marzo de 2010
Contradiciéndome
Soy el río que nunca desembocó, la gota que nunca cayó, soy el estribillo que nunca se tarareó, soy la deuda que nunca se saldó y la eterna cuenta pendiente. Soy el premio rechazado, nunca recogido y olvidado en una de esas galas elegantes. Soy el objetivo incompleto. La vida decepcionantemente no soñada. Soy la rutina improvisada, la espontaneidad planificada y la ira pacífica. El acorde desafinado de una melodía sin armonía. Soy una vivienda de alquiler, un contrato de interinidad, un pensamiento prestado y unos sentimientos caducos. Simplemente soy.
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